Resulta curioso como pasa el tiempo y como a veces tardamos en darnos cuenta. El pasado sábado tuvo lugar una despedida a una profesora que se va a jubilar próximamente. Otra compañera suya tuvo la amabilidad de invitarnos a tomar una copa y cenar en su casa particular. La fiesta sorpresa fue un exito y al ver la cara de sorpresa de la invitada especial comprendí que el tiempo pasa muy deprisa, como seguro ella misma ha comprendido. Y después algunos nos fuimos a tomar alguna copa más por la ciudad. Es curioso como pasa el tiempo. Ya no aguantamos tanto como antes y aquellos fines de semana de fiesta de varias horas por la noche y regreso de madrugada han quedado muy atrás. Sin embargo, pudimos disfrutar del placer de un rato de ocio en compañía de buenos amigos. Amigos que un día vieron llegar a Santander a un chaval que iniciaba su andadura en esto de la investigación y que poco a poco le han visto crecer.
Por otro lado cada vez también queda menos tiempo para el acontecimiento. Poco a poco llega el día en el que daremos ese paso en nuestras vidas que tantas ganas tenemos. Ya va quedando menos.
Seguiremos informando ...
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