Alergias y verano

Ayer tocó trabajo de campo. El cielo completamente despejado, unos 30 ºC y vegetación que parecía una jungla, solo nos faltaban los machetes para ir rompiendo las hojas. Y como no, la jodida alergia. Si, jodida, aunque a alguno no le guste la palabra. Madre mía, de los peores días que recuerdo. Hasta me lloraban los ojos. Es en estos momentos cuando pienso que conmigo los fabricantes de pañuelos de papel se forran. Ayer conté unos 6 paquetes que a razón de 10 pañuelos hacen un total de unos 60. Al llegar a casa y lavarme el agua salía de color verde. Creo que tenía el puto polen hasta en la ropa interior. Madre mía, que ganas de que llegue el invierno y el frío y la lluvia y la nieve y se vaya el sol a descansar. Puede parecer que soy un raro, pero ya me conocéis, me gusta el frío y los días lluviosos. Necesito humedad. Y hoy de nuevo el cielo despejado y ni una puta nube. De nuevo por encima de los 25 ºC y de nuevo en la atmósfera las concentraciones de polen se disparan. Hemos hecho una visita a la farmacia y por primera vez en años vamos a tomar algo para la alergia. A ver que tal funciona.

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