El mes de noviembre comenzó la semana pasada. Por motivos de trabajo tuvimos que desplazarnos al norte de Suecia, en concreto a la zona que se conoce como Jämtland, que es una de las historicas provincias de Suecia. El desplazamiento lo hicimos en coche y nos chupamos más de 600 km por las carreteras suecas. Desde Uppsala a la localidad de Gävle, la carretera es muy buena y es como una autopista de 2 carriles en cada sentido. Después la cosa se complica y la carretera se vuelve "extraña": se trata de un carril en cada sentido separados por una vaya que hace imposible el adelantamiento. De vez en cuando, el carril se transforma en dos en un sentido y uno en el contrario para que se pueda adelantar. Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero en general no es mala idea. A medida que nos acercábamos al norte, la carretera se volvía en dos carriles, uno para cada sentido y con posibilidad de adelantar. Nos alojamos en unas casas de madera que por esa zona es algo muy común. Sin embargo presenta el incoveniente de que hay que llevarse las sábanas y el edredón y además limpiar el alojamiento cuando te marchas. A lo que me pregunto, ¿que hace el propietario del establecimiento?, jejeje. El trabajo fue duro pero agradable y tuvimos suerte porque no nos nevó. Trabajamos con unos colegas de la universidad de Göteborg que se hicieron el viaje en tren y tardaron 12 horas, jejeje.
Al terminar de vuelta al curro y a darlo duro. Nos espera un mes con mucho trabajo pues hay que preparar la reunión de un proyecto que tendremos en Rovaniemi, en Finlandia, justo en el círculo polar ártico. Jeje, será a finales de noviembre y dicen que es el pueblo de Santa Claus. Y en estas que ha llegado el invierno y con él el frío, las temperaturas bajo cero y las primeras nieves. Además hemos comenzado la lectura de un libro que nos está fascinando, "Los pilares de la tierra", de Ken Follet. Engancha mucho y la historia es excelente. Una verdadera maravilla.
Seguiremos informando ...
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